Dentro del automóvil encontramos diferentes tipos de superficies y materiales en los cuales se puede alojar el virus, en algunos materiales puede sobrevivir más que en otros. Por lo cual la primera recomendación sería que todos los pasajeros se desinfecten antes de ingresar al vehículo, pues en caso que exista posibilidad de contagio ya estaríamos evitando riesgos de propagación mediante las superficies.
Además podremos realizar la desinfección de forma directa con utensilios de limpieza y desinfección de uso doméstico. Específicamente todas aquellas superficies y partes del vehículo que entran en contacto frecuente con manos, como los cinturones, las manijas de las puertas, el volante, la palanca de cambios, freno de mano, interruptores de los vidrios eléctricos, radio y demás controles.
El uso de instrumentos como atomizadores o dispersores de humo con mezclas de agua y alcohol permiten realizar una aspersión de productos desinfectantes que son capaces de llegar a todas las superficies dentro del vehículo.
Transporte público
Para el caso de los transportes públicos como taxis, buses o transmilenio se deben maximizar los protocolos de bioseguridad así como el autocuidado. Las empresas de transporte deben aportar con la desinfección por lo menos diaria de la flota de vehículos, con mayor concentración en las superficies de contacto como asientos y agarraderas. En cuanto a la gestión personal de cuidado podemos usar gel antibacterial o guantes desechables.
Además, los taxis u otros servicios por aplicaciones de transportes han implementado el uso de barreras divisorias dentro de sus automóviles obstaculizando el paso de de gotas a través de la respiración y el contacto de los usuarios con el conductor.
